Nunca lo que uno dice expresa con exactitud las tensiones interiores; nunca lo que uno dice es interpretado con la fidelidad que se desearía. El lenguaje obtura toda posibilidad de comunicación plena. Se presta muy fácilmente a juicios apresurados, interpretaciones erróneas, conflictos injustificados. No obstante, es un mal necesario.
Ortega y Gasset decía que "el lenguaje es un sacramento de muy delicada adminsitración." Requiere, por tanto, ser utilizado con mesura y responsabilidad.
Alguien dijo que la escritura es una reacción biológica saludable que aleja la tentación del suicidio. Fue E. Ciorán, un rumano que veía sólo el lado oscuro de las cosas.
Si haz de escribir, hazlo con tu sangre dijo Nietzsche.
Yo todavía no sé por qué escribo. Me sirve para aclarar y poner en orden mis ideas. Para encontrarle el nervio a una existencia que no termino de entender.
Escribo, en fin, para comprender la anatomía de mi melancolía...
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
keeep on writing!
Hola
Bueno.. recuerdo a Hermann Hesse en Sidartha con tu comentario, y muy acertado, ya que la verdad a veces el lenguaje no es capaz de interpretar con la intensidad o con la mesura que realmente sentimos.
Publicar un comentario